El LFGB (Lebensmittel und Futtermittelgesetzbuch) garantiza la protección de la salud humana en el ámbito doméstico privado, previniendo un peligro que pueda emanar a los productos.
La ordenanza relativa a los productos alimenticios y a la porcelana limita la emisión de sustancias nocivas que puedan transferirse de la vajilla a los alimentos y las bebidas.
Su objetivo principal es la protección de la salud de los consumidores. También expresa la garantía de cumplimiento de una materia prima, producto acabado o semielaborado, con respeto a una determinada materia.